Al emprender el camino de la investigación, uno de los primeros retos que enfrentamos es la correcta definición de los eventos de estudio. Estos eventos, que constituyen el núcleo de nuestra investigación, deben ser conceptualizados de manera precisa para evitar confusiones y malinterpretaciones durante el proceso de desarrollo de la tesis. Además, esta definición constituye el punto de partida para la construcción de los instrumentos de recolección de datos o, en su defecto, para su selección. En este artículo, explicaremos cómo definir estos eventos de manera efectiva, tanto desde el punto de vista teórico como operacional.
¿Qué es un evento de estudio?
Un evento de estudio es un atributo, comportamiento, proceso, situación, vivencia o hecho, que se selecciona para ser examinado a fondo en una investigación. Definir correctamente este evento es esencial para asegurar que las interpretaciones y resultados sean coherentes y válidos.
El primer paso consiste en distinguir el tipo de evento. Si es un atributo, puede identificarse como una característica o rasgo que poseen las unidades de estudio, como por ejemplo la estatura, el color de cabello o la presión arterial. Si se trata de un comportamiento, entonces la definición hará referencia a acciones que ejecuta la unidad de estudio, como el liderazgo, el desempeño académico o la prosocialidad. Si el evento es una vivencia, la definición hará alusión a procesos internos de los seres humanos a los que solo podremos acceder si ellos los expresan, como las actitudes, las opiniones, o la motivación. Si el evento es un hecho, entonces se expresará a partir de las descripciones de cosas que ocurrieron en un cierto momento y en las cuales pudieron haber participado diversos actores. Si se trata de un proceso, lo podremos identificar a partir de unas ciertas etapas en las cuales un insumo se transforma en un resultado, o a partir de las cuales se obtiene un logro final, como en el caso del proceso productivo de una empresa o del proceso de aprendizaje. El evento también puede ser una situación y en ese sentido se manifestará como circunstancias que rodean a la unidad de estudio. Es posible que un evento complejo se manifieste a partir de varias de las condiciones anteriores, como el clima social o la cultura organizacional.
Una clave sencilla para comprender la diferencia entre los diferentes tipos de evento es la siguiente: el atributo se tiene, el comportamiento se ejecuta, la vivencia se experimenta internamente, el hecho ocurre, el proceso se desarrolla, en la situación se está. Estas claves aportan información para anticipar una posible forma de recolección de datos.
El segundo paso para definir el evento, o los eventos, de estudio es una investigación es la identificación de sus rasgos y propiedades fundamentales. Estos rasgos permiten distinguir un evento de otros, y detectar lo que es propio y exclusivo de ese evento, lo cual es la base del concepto de validez a la hora de construir o seleccionar un instrumento de recolección de datos, dado que la validez es justamente la capacidad del instrumento para medir precisamente en evento que se pretende investigar y no otra cosa que pudiera ser parecida, es decir, un instrumento válido debe ser capaz selectivo, capaz de captar el evento y filtrar todo lo que no pertenece al evento de estudio.
El tercer paso para la definición del evento de estudio es precisar si tiene varios componentes. Es posible, si el evento es complejo, que algunas de sus características identificadas estén vinculadas entre sí y formen sinergias. Este paso es importante para avanzar hacia la posterior operacionalización. Si se logra identificar estos componentes (sinergias o dimensiones), entonces es necesario definir cada uno, además de construir la definición general del evento de estudio.
El cuarto paso es precisar los aspectos más específicos de las sinergias, que en última instancia son las evidencias o indicios que permiten al investigador saber cuándo y cómo el evento se está manifestando, y que conectan directamente con los ítems del instrumento,
Una de las fases de la investigación en la cual se trabaja fuertemente la definición de los eventos de estudio en durante la construcción de la fundamentación noológica, dado que en esa fase se revisan autores, se recopila información y es posible contrastar diversas definiciones del evento de estudio, ya sea para escoger una o para integrar varias en una definición propia.
La relación entre concepto, definición y evento de estudio
Para definir los eventos de estudio en una tesis también es importante distinguir entre concepto y definición Un concepto es una abstracción que se centra en los rasgos y propiedades esenciales y generales de los diferentes objetos y fenómenos de la realidad objetiva. Estas propiedades y rasgos son los que permiten distinguir un evento de otro (Cerda Gutiérrez, 1991). La conceptualización es un proceso cognitivo. Por otra parte, la definición es la verbalización que se hace del concepto. Es frecuente que una persona haya incorporado un concepto, pero no pueda definirlo con precisión.
Al definir un concepto de manera clara, el investigador puede determinar con mayor exactitud cómo identificar y medir ese evento; además, deja en claro para cualquier lector a qué cosa está haciendo referencia cuando nombra el evento. Esto es vital en el caso de la ciencias sociales donde un mismo término puede tener diversos significados, y donde un mismo evento puede ser visto de varias maneras según el enfoque en el cual se basa el investigador. Definir claramente los eventos de estudio asegura que las interpretaciones y conclusiones sean coherentes y se comprendan mejor. Esta relación entre concepto, definición y eventos de estudio es clave para evitar malentendidos en el trabajo de investigación.
Cuanto mayor es la distancia entre los conceptos o elaboraciones teóricas y los hechos a los que ellos intentan referirse, mayor es el grado de abstracción, y mayor es la posibilidad de que sean falsamente interpretados o utilizados erróneamente, y mayor es el cuidado que el investigador debe tener a la hora de definirlos.
Las definiciones operacionales
Una vez que se han identificado los conceptos fundamentales, es crucial traducir estos conceptos abstractos en términos operacionales. Las definiciones operacionales permiten que los eventos de estudio sean perceptibles y medibles dentro del contexto de la investigación. Esto es especialmente relevante cuando se trata de eventos que, por su naturaleza, pueden ser interpretados de diversas maneras.
La noción de definición operacional ha recibido muchas críticas, porque muchas veces alude directamente al instrumento que se está utilizando para recolectar la información acerca del evento de estudio, al estilo de “clima familiar se define operacionalmente como el resultado arrojado por el instrumento de clima familiar del autor X”, y pareciera entonces una definición tautológica que no aporta nada. Sin embargo algunos críticos olvidan que ese instrumento al cual hace alusión la definición operacional, se construyó a partir de una conceptualización inicial, contextualizada en unos supuestos y en algún enfoque, la cual se expresó en una definición precisa y selectiva basada en las sinergias y los indicios del evento de estudio, por lo cual el instrumento, si está bien construido, debe ser expresión de esa definición. En este punto es fundamental recalcar la importancia de revisar el manual del instrumento que se esté aplicando, si no fue construido por el propio investigador, porque ese manual es el que recoge la información del proceso que llevó a la definición del evento, y las orientaciones para interpretar los resultados con base en esa definición.