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La fundamentación teórica de la investigación

Jacqueline Hurtado de Barrera

Orientaciones acerca de la fundamentación teórica

Para mayor información acerca de cómo se construye una fundamentación teórica consulte las siguientes obras de la misma autora:

– El proyecto de investigación. Quinta edición. Ediciones Quirón- Sypal, Caracas, 2007.

– Metodología de la investigación. Una comprensión holística. Cuarta edición. Ediciones Quirón- Sypal, Caracas, 2007.

La revisión bibliográfica es el procedimiento mediante el cual se recopila la información que se requiere para sustentar, teórica y conceptualmente, una investigación. Una fundamentación bibliográfica no es un mero reporte de la bibliografía revisada. Es un texto procesado, redactado de tal manera que en él, el investigador sustenta su trabajo, define sus eventos y expone la teoría de la cual va a partir, se apoya en autores para soportar o darle fuerza a sus planteamientos. El eje de la fundamentación es el esquema conceptual del investigador.

Lo que no se debe hacer en una fundamentación teórica

– Contar cómo se hizo la revisión bibliográfica. La fundamentación bibliográfica no es una narración de las acciones y penurias del investigador durante la revisión.

– Hacer una especie de reseña de cada material revisado, de modo que al final lo que se tiene es casi un catálogo bibliográfico y no una argumentación teórica.

– Mencionar los títulos de las obras. Para eso está la bibliografía. Hay que seguir la normativa y colocar sólo autor y año y presentar el planteamiento o la idea.

– Referir al autor sólo cuando la cita es textual. Las referencias a autores consultados deben hacerse, no sólo cuando la cita es textual, sino cuando se está parafraseando la idea del autor consultado.

– Presentar las ideas fragmentadas y sin vinculación alguna. Un error frecuente es presentar todos los conceptos juntos como si se tratara de un diccionario, todas las leyes juntas como si se tratara de una gaceta, todas las investigaciones juntas como si se tratara de un abstract. Esos elementos son los ingredientes de la fundamentación, pero deben presentarse integrados, es decir, cuando se desarrolla el planteamiento teórico, los eventos que se mencionan se definen en ese contexto; si hay una investigación vinculada con esa teoría, se coloca allí para soportarla o para refutarla, si hay un planteamiento legal que tiene que ver con la descripción de un contexto, se coloca allí.

Lo que se debe hacer en una fundamentación teórica

– Basar la redacción en un esquema conceptual, es decir, el investigador debe primero planificar el orden en el cual va a colocar las ideas y los diferentes temas y subtemas de la fundamentación, de modo que haya una relación lógica entre ellos.

– La redacción debe tener continuidad. El paso de una idea a otra debe estar justificado. No debe haber saltos o rupturas en la redacción. Esto implica colocar enlaces adecuados y párrafos de transición de una idea a otra.

– Debe haber ilación en las ideas. El lector debe poder seguir la argumentación sin perderse. Los textos sin ilación confunden al lector y generan rechazo.

– Los componentes que se recolectaron durante la revisión deben estar integrados. Si varios autores definen de manera similar un evento, se hace una única definición parafraseada y se refiere a todos los autores que comparten esa definición. Si varios autores hacen planteamientos con respecto a una misma cosa, esos planteamientos van juntos.

– La información incorporada debe ser pertinente a la investigación. Por ejemplo, de una investigación anterior, lo que interesa es qué se investigó, con cuál población, dónde y qué se encontró. No hay que colocar los instrumentos que usó el investigador, ni que finalidad tenía el estudio (si como tesis o como trabajo de ascenso…). Tampoco hay que colocar si fue presentada el el congreso tal o en el foro cual.

– El desarrollo teórico debe tener profundidad y criticidad. Debe percibirse que el investigador procesó la información, la comprendió, la asimiló y construyó con esa información una perspectiva propia y coherente.

Ejemplo de dos fragmentos de fundamentación teórica. Tomado de una investigación explicativa de los factores que afectan la calidad de la educación rural. Autora de la investigación: Angelina Arteaga. Caracas, Venezuela, 2008.

Estos fragmentos muestran la manera como se debe redactar la fundamentación teórica. Al final de algunos párrafos hay algunos números de referencia que se comental al final del texto, para ilustrar cómo, en la totalidad de la reddacción, se integran conceptos, aspectos legaldes, aspectos teóricos e investigaciones previas.

 

Fragmento 1

La educación representa el cambio y la transformación de la sociedad, de ella depende el desarrollo integral del potencial humano, y es además un factor estratégico indispensable para alcanzar el progreso, mantener los logros en el sistema productivo y conseguir un mejoramiento sustancial del nivel de vida . De allí que pueda considerarse como un proceso bidireccional a través del cual se transmiten conocimientos, valores, costumbres y formas de actuar, así mismo que su acción no solo se realiza a través de la palabra sino que está presente en todas las acciones, sentimientos y actitudes humanas.

La educación es un derecho fundamental reconocido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 y en la Convención sobre los Derechos del Niño de 1989; es en definitiva, el instrumento de derechos humanos que más ratificaciones ha recibido en toda la historia. En este sentido es oportuno señalar que las mejores reflexiones sobre la educación para el Siglo XXI se encuentran contenidas en el Informe de la Comisión Internacional sobre la Educación, (UNESCO 1995), el cual considera que las necesidades de educación del planeta deberán satisfacer los objetivos de aprender a vivir juntos, aprender a lo largo de la vida, aprender a enfrentar una variedad de situaciones y que cada quien aprenda a entender su propia personalidad.

En virtud de lo antes señalado es preciso tomar en cuenta que la educación es un proceso evolutivo y constante que va modificando la conducta de la persona a través de conocimientos y experiencias que se adquieren de diversas formas y medios, por lo que se puede identificar como un proceso de vinculación y concienciación cultural, moral y conductual a través del cual las nuevas generaciones asimilan y aprenden los conocimientos, las normas de conducta, los modos de ser y la forma de ver el mundo de generaciones pasadas, creando a su vez otros nuevos.

En función de lo aquí expresado se puede inferir que la educación es la consecuencia del proceso de socialización formal de los seres humanos que conforman una sociedad y la cual se plasma en la serie de habilidades, conocimientos, actitudes y valores adquiridos, los cuales producen cambios de carácter social, intelectual, cultural e incluso emocional en las personas y dependiendo del grado de concienciación de los individuos, podría ser para toda la vida o por un periodo determinado.

En este sentido Ortega (2000 ) señala que el propósito de la educación es la formación de la persona, tanto en su aspecto técnico como humanístico no sólo para enfrentar con inteligencia los problemas de la vida real y darle soluciones efectivas y concretas sino también para entender a sus semejantes y vivir en sociedad asumiendo una conducta basada en los mas firmes principios morales.  La educación es una responsabilidad compartida y reconocida internacionalmente como motor de desarrollo humano porque involucra la vida, favorece el crecimiento económico y la distribución de la riqueza y permite a los ciudadanos participar en la vida pública y defender sus opiniones y derechos.

Sin duda, la educación es el medio de desarrollar integralmente las potencialidades humanas de las personas en todas sus dimensiones vitales, intelectuales, sociales y creativas en busca de alcanzar una ciudadanía responsable y solidaria, y le brinde además la capacitación necesaria para desarrollar un trabajo productivo que le permita mantener una vida digna y contribuir así al desarrollo sustentable del país.

Tal como se evidenció en la declaración mundial sobre educación para todos celebrada en Jomtien, Tailandia (1990):

Que el incremento de las posibilidades de educación se traduzcan en un desarrollo genuino del individuo y de la sociedad depende en definitiva de que los individuos aprendan verdaderamente como resultado de esas posibilidades, que adquieran conocimientos útiles, capacidad de raciocinio, aptitudes y valores. (p.6)

En este mismo orden de ideas la educación básica se ha constituido en un factor estratégico indispensable para alcanzar el progreso y en consecuencia, para el mejoramiento del nivel de vida. Mediante una buena educación el hombre clasifica, analiza y reorienta sus valores, estableciendo metas para la superación socio personal.

Por otra parte en la actualidad existe consenso acerca de la aspiración de universalizar a la educación básica para todos, incluyendo niñas, niños, jóvenes y adultos y a las modalidades educativas formales y no formales. A este respecto la “Cumbre Mundial de Educación para Todos” celebrada en Dakar, Senegal (2000), se manifiesta sobre la educación básica y sobre las necesidades básicas de aprendizaje de la siguiente manera:

Cada persona, niño, joven o adulto, deberá estar en condiciones de aprovechar las oportunidades educativas ofrecidas para satisfacer sus necesidades básicas de aprendizaje. Estas necesidades abarcan tanto las herramientas esenciales para el aprendizaje, (como la lectura y la escritura, la expresión oral, el cálculo, la solución de problemas) como los contenidos básicos del aprendizaje (conocimientos teóricos y prácticos, valores y actitudes) necesarios para que los seres humanos puedan sobrevivir, desarrollar plenamente sus capacidades, vivir y trabajar con dignidad, participar plenamente en el desarrollo mejorar la calidad de su vida, tomar decisiones fundamentadas y continuar aprendiendo. La amplitud de las necesidades básicas de aprendizaje y la manera de satisfacerlas varían según cada país y cada cultura y cambian inevitablemente con el transcurso del tiempo. (p.11)

Por otra parte la educación básica considerada como el nivel o etapa del sistema educativo que incluye la educación primaria y el primer ciclo de la educación secundaria, promueve el derecho a una educación que posibilite tanto los aprendizajes significativos como la participación social y laboral.

No obstante, a pesar de los compromisos asumidos por la comunidad internacional para trabajar en beneficio de la educación básica universal, la situación actual es preocupante, tal como indica Carles (2003) “hay 125 millones de niños que no van a la escuela; 150 millones la abandonan antes de haber aprendido a leer y escribir y 872 millones de adultos analfabetos” En este sentido es innegable la relación directa existente en lo manifestado por el autor y la baja productividad del trabajo y su efecto en el menor crecimiento de las economías, por cuanto se considera como un costo social del bajo nivel educacional que produce el abandono de la escuela durante los primeros años del ciclo escolar. Así mismo representa un costo social por los mayores gastos en que es necesario incurrir para financiar programas sociales y de transferencia a los sectores que no logran generar recursos propios.

Fragmento 2

No obstante la misión, visión, finalidades y características que sustentan el nivel de educación básica, no cabe duda que existen grandes deficiencias en el aprendizaje de los alumnos que egresan de dicho nivel, tal como quedó reflejado en la evaluación de competencias de los alumnos de 3°, 6° y 9° grado en las áreas de matemática y Lenguaje realizada por el Sistema Nacional de Medición de los Aprendizajes (SINEA), donde los resultados señalaron que en general los alumnos no lograron los niveles de ejecución requeridos.

Es evidente, que lo señalado por Albornoz en 1992 continúa aún vigente en la actualidad cuando expresó:

El sector público de la escolaridad venezolana adolece de muchas deficiencias, plantea infraestructuras inadecuadas en una proporción importante de los planteles, maestros con preparación y entrenamiento menor al deseable, diseños curriculares anticuados y equipos técnicos obsoletos, baja cooperación del grupo familiar, niveles nutricionales desventajosos, muy bajo rendimiento escolar y baja productividad. La escuela venezolana es típicamente de media jornada. (p. 80)

Dentro de este marco cabe señalar que existen un sinnúmero de concepciones en torno al término de calidad educativa, tal es así que para Delgado (1996), la expresión de calidad educativa a menudo se identifica con el rendimiento académico o de eficiencia externa o interna del sistema educativo, para el autor suele identificarse la calidad con resultados y no con todo el proceso educativo. Por su parte agrega que la misma tiene relación con la totalidad del proceso educativo y no solamente con los resultados finales o su evaluación sumativa.

En este mismo orden de ideas, Fé y Alegría (1998), considera que ante el creciente convencimiento de la necesidad de centrar la atención no sólo en los resultados sino en los procesos que afectan tanto al que aprende como al que enseña, y desentrañar la dimensión profunda del hecho educativo, el concepto de calidad que estaba centrado casi exclusivamente en las categorías de eficiencia y eficacia, se ha ido enriqueciendo con otras categorías como “efectividad” y “relevancia”, que apuntan al para qué último de la educación.

Considera además que el concepto tradicional de calidad de la educación se vincula fundamentalmente a una educación de carácter eminentemente funcionalista que mide la calidad por “años de escolaridad, notas y niveles de permanencia y prosecución en el sistema educativo, es decir, en términos de rendimiento académico”

Por su parte, Pérez (2002), plantea que:

El significado atribuido a la calidad de la educación es en primer lugar entendido como eficacia, por lo que una educación de calidad sería aquella que logra que los alumnos realmente aprendan lo que se supone que deben aprender, aquello que está establecido en los planes y programas curriculares. Esta dimensión del concepto pone en primer plano los resultados de aprendizaje efectivamente alcanzados por la acción educativa (p. 44 ).

En este sentido el autor considera como calidad de la educación a aquella determinación de tendencia cuya medición revele el grado en que los medios conducen de manera más o menos rápida y directa hacia los objetivos. Los medios pueden cambiarse en la medida en que sean necesarios para el mejor logro de metas, objetivos y fines, donde el fin es visto como un valor en si independiente de cualquier criterio de racionalidad.

Por otra parte Díaz (2000) expone que la calidad de la educación es el conjunto de propiedades inherentes al proceso formativo de las personas que se determinan a partir de las necesidades sociales y con el compromiso de todos los que se integran y asocian al mismo, buscando un aprendizaje transformador que permita a los sujetos que en él intervienen crear, recrear, producir y aportar de forma consciente, equilibrada y eficiente los valores y capacidades, haciendo posible la construcción de un modelo social de cualidad superior.

Agrega el autor que una segunda dimensión de este concepto está referido a qué es lo que se aprende en el sistema y su relevancia en términos individuales y sociales, por lo que una educación de calidad sería aquella cuyos contenidos responden adecuadamente a lo que el individuo necesita para desarrollarse como persona intelectual, afectiva, moral y físicamente, y para desempeñarse en los diversos ámbitos de la sociedad.

Así mismo, Fe y Alegría, (2001) considera que hablar de calidad implica hablar del hombre, lo que supone una filosofía y unos valores. Por ello las distintas concepciones de educación llevarán a distintas concepciones de calidad de la educación. Si detrás de cada perspectiva para tratar la calidad hay una opción valorativa y una posición respecto a la educación, se podría determinar en función de qué intereses se plantea el mejorar la educación.

Para Ortega (2000), el concepto de calidad ha sido definido de diversas formas por los especialistas y estudiosos de la gerencia de empresas, donde cada cual tiene una forma muy particular de expresarlo, no obstante considera que la mayoría coincide en diferenciar lo que es calidad de lo que no lo es. Crosby, citado por Ortega señala que la calidad de un bien o servicio no es otra cosa que la conformidad del mismo con los requerimientos de los clientes. El nivel de calidad corresponde a una percepción individual, mientras el concepto es genérico.

En atención a todo lo aquí expresado es evidente que la calidad educativa puede ser entendida de muchas formas según sea el sistema de referencia que se tome o que predomine en una sociedad determinada. Es un concepto multidimensional ya que puede ser entendido desde diferentes concepciones filosóficas, desde diferentes perspectivas, concepciones sociales o según el nivel del sistema educativo que se trate.

 

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